Cuando pensamos en comprarnos un horno, puede que cometamos ciertos errores a la hora de adquirirlo que, si los hubiéramos sabido de antemano, nos hubieran servido para lograr un mejor resultado en nuestra adquisición. Por eso hoy vamos a ver cuáles son dichos fallos, para que todo nos sea más sencillo. 

Para conseguir comprar el mejor horno eléctrico para nosotros, debemos ser conscientes de que en varias ocasiones se comenten errores o despistes a la hora de adquirir este tipo de dispositivos que pueden ser definitivos en el resultado final.

Es importante saber en qué no debemos fallar, puesto que no estamos hablando de un electrodoméstico que se cambie cada pocos meses, además de que va a ser una inversión medianamente importante en el mejor de los casos.

Hay ciertas cosas que todos tenemos más que claras como es el espacio, ya que debemos adaptarnos al que tengamos o las principales marcas, sabiendo que algunas de ellas es difícil que nos decepcionen, como pueden ser Samsung, Fagor, Balay, Teka, AEG, Bosch o Zanussi, entre otras.

Pero después de lo que todos tenemos más o menos claro, lo cierto es que hay otros detalles que pasan desapercibidos o en los que se comenten errores que hoy trataremos de subsanar para que no ocurra más.

Uno de los principales errores que se comenten hoy en día es no saber qué tipo de horno eléctrico queremos o desconocer para qué se puede utilizar cada uno de los diferentes tipos que hay en el mercado.

Ya conocemos que hay hornos más y menos grandes, ya que no todas las cocinas tienen el mismo espacio para colocar este tipo de electrodoméstico. Lo normal es poner aquellos que son de 60 cm. Los que miden menos ya se les consideran de tamaño reducido, mientras que hay algunos que llegan a los 90 cm, siendo del tipo extragrande.

A partir de aquí deberíamos considerar los hornos según el funcionamiento que tienen, siendo cada uno de ellos para un tipo de cliente:

Cuando vamos a comprar un horno, solemos fijarnos en cosas como si entra en el espacio que tenemos en la cocina para ponerlo, si es suficientemente grande como para meter todos los alimentos que solemos cocinar o si el diseño es lo que esperamos en este tipo de dispositivo.

Pero después hay otras características que suelen pasar más desapercibidas.

La puerta no solo puede servir para abrir y cerrar el horno, sino que muchas veces nos facilita mucho la tarea, ya que en algunos casos su apertura es como un cajón y tenemos lo cocinado justo delante de nosotros y en otros, los raíles donde está la comida, se incorporan junto con la propia puerta de apertura. 

Es decir, tenemos varias opciones para elegir, por lo que no solamente hablamos del sistema de apertura, sino que debemos mirar si también nos sirve como ayuda al propio cocinado.

La lavadora es una importante inversión en cualquier vivienda. Este reportaje nace con la idea de ayudar a entender qué se debe pedir hoy día y cuál es el modelo que mejor se ajusta a las necesidades de cada hogar.

Debemos asegurarnos de que estamos ante un dispositivo que es fácil de limpiar, ya que, si no es así, esta tarea se puede convertir en una auténtica odisea.

Muchos de ellos llevan la función Pirólisis, que no es otra cosa que un sistema por el cual el horno se limpia por sí mismo, facilitándonos de manera clara todo lo que es un proceso tan engorroso como ese.

Esto se consigue porque el dispositivo se calienta hasta una temperatura próxima los 500º C lo que carboniza cualquier tipo de resto de grasa o alimento que se pudiera encontrar en su interior, haciendo que el resultado sea ceniza, la cual queda esparcida por el suelo del aparato.

No habrá que rascar, ni utilizar limpiadores abrasivos, ni tener que colocarnos en posturas poco naturales para llegar a la parte final del electrodoméstico, ya que con pasar un paño húmedo para quitar dicha ceniza, será suficiente. 

Mucha gente desconoce que existe este sistema y otros aseguran que es excesivamente caro realizarlo. Según datos del OCU cada ciclo de pirolisis cuesta alrededor de 1 a 2 euros de electricidad, por lo que esto queda desmentido.

Esto no es algo que pase desapercibido exactamente, pero sí que se tiene una opinión un poco distorsionada de la realidad.

Debemos intentar conseguir un horno con la mejor calificación de energía, lo que implica que deberíamos buscar una A en la tarjeta energética del horno que nos guste.

A partir de ahí, sí que es verdad que hay alguno de estos aparatos que pueden superar los 3.000 W de potencia, pero no es cierto de que siempre los estén utilizando. 

Es decir, cuando llegan a la temperatura que hemos puesto nosotros mismos, para y solo se encienden para regular que no se pierdan dichos grados, por lo que el consumo es menor de lo que puede parecer en un principio.

No queremos decir que consuman poco, ya que no es así, pero no es tanto como la mayoría de los usuarios se cree, siempre que tengamos un horno de clase A, por supuesto.

Según datos del OCU, cocinar un pollo supone un consumo de 1,5 KWh, lo que equivale a unos 30-50 céntimos, mientras que un bizcocho supone la mitad de ese consumo.

Existen ciertas funciones en un horno que deben traer si o si, ya que de otra manera hablaríamos de un electrodoméstico que no daría la talla.

Estas facetas que no debes olvidar y que deberían estar presentes en tu próximo horno eléctrico son:

Con todo lo que te hemos contado hoy vas a poder disfrutar de tu horno eléctrico con más garantías de que el que compres sea el mejor para ti y tus necesidades.

Puedes contarnos por cuál te has decidido en nuestras redes sociales, porque nos encanta saber cuáles son tus decisiones y opiniones.

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Etiquetas: Electrodomésticos, Hogar, Guía de compra

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