De la combinación de intentar reducir el consumo de frituras con facilitar al máximo las tareas culinarias surgió hace un tiempo una nueva categoría de electrodomésticos: la freidora de aire. Se trata de un dispositivo para preparar todo tipo de comidas, ya que sirve para hornear, grillar, gratinar, asar e incluso recalentar. Entre otras ventajas, no utiliza ni una sola gota de aceite, permiten disminuir la concentración de olores en el hogar y es fácil de usar.

Debido a sus particularidades (es, en rigor, un pequeño horno eléctrico a convección; el aire caliente a alta temperatura que circula dentro genera una cocción similar a la del aceite) y al interés de los consumidores, en el mercado local han aparecido un sinnúmero de modelos con distintas características. Aquí, presentamos algunas opciones disponibles.

A la hora de elegir habrá que tener en cuenta la capacidad (medida en litros; la mayoría apela a un diseño tipo balde para poner la comida a cocinar; una mayor capacidad será ideal para un uso familiar); la potencia (cuántos watts tiene; un número más alto implica una temperatura posible más alta, pero también mayor consumo); qué tipo de control ofrece (analógico, digital, con programas de tiempo y temperatura predefinidos, programables) y los accesorios (canastas, espátulas, etcétera).

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